domingo, 22 de septiembre de 2013
Ayer me preguntaron...
¿Que cuál fue mi reacción? Me quedé en shock, me entraron ganas de llorar, ganas de que esa pregunta no se hubiera formulado. Porque, ¿cómo les iba a decir que tú y yo dejamos de ser nosotros desde hace un tiempo? ¿Cómo les iba a decir que desde hace mucho tiempo nos miramos pero no nos decimos nada? ¿Cómo les iba a decir que nuestras miradas estaban vacías?
Todo un pasado lleno de grandes cosas fue tirado por la borda, y todo lo que hicimos fue mirar como caía en el olvido ante nuestros ojos, cómo caían todos los momentos, las risas, las bromas, los abrazos, las cartas que nos enviábamos en vacaciones porque nosotros "éramos especiales", los besos...
Lo pienso y te echo de menos, quiero que, sea como sea, volvamos a ser nosotros y no solo fotografías y cartas del pasado.
sábado, 14 de septiembre de 2013
Loba.
Me gustaría escribir un mensaje previo:
Esta entrada está dedicada para Mery.
Gracias, Mery, por volverme a traer y con más fuerza al mundo de la tinta y las letras. Gracias, Mery, por ayudarme a mejorar y por todo tu apoyo. Gracias, Mery, por ser como tú eres... De caos a caos, gracias.
La loba paseaba por el bosque serena, fiel a su dueña y llena de paz.
A su lado, ella, una chica bastante parecida a su fiel amiga canina, no en el físico, pero sí en la personalidad... Atravesaba, arco en mano, el bosque, esta vez nevado, mientras la loba trotaba a su lado.
Ella, los rizos rebeldes cayendo por sus hombros, ojos marrones llenos de hipnotismo, paseaba por el bosque sin rumbo, sin un objetivo, sin nada.
Ella ahora caminaba con su arco simplemente porque le encantaba admirar el bosque esta vez nevado, arco en mano y loba al lado.
Su amiga salvaje siempre le había sido fiel. Habían cuidado la una de la otra siempre desde aquel día... Ella huyó de todo en dirección a ese bosque, refugiándose en una cabaña donde se encontró, por sorpresa, con el animal.
Y se notaba en sus miradas la paz, el cariño, todo lo que habían vivido juntas.
A veces se notaba tristeza, otras veces se notaba amor, otras, pérdida, pero ahora estaban contentas.
Ese bosque, con su toque mágico, les había envuelto, con su encanto, con su luz, lo que ellas antes habían sido. Ahora paseaban por el bosque con un pasado muy duro, pero un buen presente y un futuro que parecía que iba a ser mucho mejor.
martes, 10 de septiembre de 2013
De Caos a Caos.
Miro por la ventana y me es imposible no pensar en aquel bosque que compartimos, el bosque de nuestros sueños.
Dos caóticas que se conocen por casualidad en apenas unos meses ya sueñan juntas. ¿Qué las unió? ¿Tal vez fue la magia? ¿O tal vez el destino?
No lo sé al 100%, pero lo que sí sé es que tal vez solo dos chicas caóticas se pueden llegar a entender plenamente.
Maldita distancia que las separa y maldita sea la edad también, malditos sean los números en general.
Pero, ese bosque, ese con el que tanto sueñan, a este caos número 13 le da un poco de fuerza.
¿Quién iba a decir que mi escritora favorita también sería alguien importante para mí? Ni yo misma lo hubiera imaginado hace unos meses, y ni mucho menos hace unos años, pero el presente es el presente y me alegro de haber conocido a otro caos.
Aun que una pequeña parte de mí se siente mal al haber conocido a una persona similar a ella, ya que eso supone que ella también habrá sufrido mucho y eso no me gusta nada.
Una persona tan genial no se merece esta tristeza ni estrés ni nada, solo se merece alegría y sonrisas.
Y ojalá algún día en aquel bosque de nuestros sueños encontremos todo lo que se merece ella.